domingo, 28 de noviembre de 2010

Psicología


La psicología es la disciplina que estudia los procesos psíquicos, incluyendo procesos cognitivos internos de los individuos, así como los procesos sociocognitivos que se producen en el entorno social, lo cual involucra la cultura. El campo de los procesos mentales incluye los diversos fenómenos cognitivos, emotivos y conativos, así como las estructuras de razonamiento y racionalidad cultural.




Psicología del aprendizaje

La psicología del aprendizaje se ocupa del estudio de los procesos que producen cambios relativamente permanentes en el comportamiento del individuo. Es una de las áreas más desarrolladas y su estudio ha permitido elucidar algunos de los procesos fundamentales involucrados en el aprendizaje como proceso completo.
Según el cual cada individuo asimila un nuevo conocimiento según su estructura cognitiva acomodándolo a los conocimientos previos, eso explicaría por qué distintas personas aprenden diferentes cosas a partir de los mismos estímulos.


La Psicología del aprendizaje cobra una gran importancia en la educación. Docentes y pedagogos deben considerar aspectos tan importantes como la motivación, los intereses, las expectativas y necesidades de los estudiantes.
Un cambio en la conducta (externa o interna), debido a la experiencia (real o imaginaria) que no puede explicarse por un estado transitorio del organismo, por la maduración o por tendencias de respuesta innata.

Todos podemos modificar y perfeccionar nuestro carácter, desarrollando más nuestras facultades y mejorando nuestras posibilidades de ser exitosos en todos los aspectos de la vida. El estudio de la Psicología nos brinda el conocimiento del comportamiento humano, para conocernos mejor a nosotros mismos y a los que nos rodean.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Antimateria


Toda la materia está compuesta por electrones, cargados negativamente y protones cargados positivamente. Así se puede decir que la antimateria es lo mismo que la materia pero con cargas opuestas. Así, en un átomo de antimateria encontramos en lugar de protones (positivos), antiprotones (negativos) y, en lugar de electrones (negativos), antielectrones o positrones (positivos). La antimateria al entrar en contacto con la materia se produciría un efecto llamado de aniquilación, o lo que es lo mismo la transformación de la materia en energía.
Hay varias teorías acerca de la antimateria:


La primera dice que la materia y antimateria existían por partes iguales en el origen del Universo pero que había un poco más de materia que de antimateria. Por consiguiente, la antimateria habría sido totalmente destruida por la aniquilación y el Universo actual estaría constituido por el residuo de materia superviviente.

Otra teoría dice que en el Universo existen cantidades iguales de materia y de antimateria, obviamente, en lugares muy lejanos entre ellos. Sin embargo, en los puntos de encuentro, se producirían grandes fenómenos de aniquilación. Unos rayos, llamados rayos Gamma, que se suelen observar en el Universo, podrían ser efectos secundarios de estas reacciones.

Es muy difícil investigar a través de observaciones astronómicas, ya que materia y antimateria ya producen emisiones electromagnéticas iguales.


Detectar antimateria generada en el cosmos no es una cosa fácil. Hasta ahora, solamente se ha podido observar una nube de positrones que fue detectada cerca de un torrente de rayos gamma, ubicado en las cercanías del centro de la Vía Láctea, y que estaba siendo monitoreado por el espectrómetro OSSE. Tanto de la nube de positrones como de los rayos gamma no se conocen las fuentes de origen, se presume que deberían encontrarse en algún lugar aledaño entorno al centro de la galaxia.

Teoria Big Bang

El big bang, literalmente gran estallido, constituye el momento en que de la “nada” emerge toda la materia, es decir, el origen del universo. La materia, hasta ese momento, es un punto de densidad infinita, que en un momento dado “explota” generando la expansión de la materia en todas las direcciones y creando lo que conocemos como nuestro universo.
Inmediatamente después del momento de la “explosión”, cada partícula de materia comenzó a alejarse muy rápidamente una de otra, de la misma manera que al inflar un globo éste va ocupando más espacio expandiendo su superficie.
Cálculos más recientes indican que el hidrógeno y el helio habrían sido los productos primarios del big bang, y los elementos más pesados se produjeron más tarde, dentro de las estrellas.
Según se expandía el universo, la radiación residual del big bang continuó enfriándose, hasta llegar a una temperatura de unos 3 k (-270 °c). Estos vestigios de radiación de fondo de microondas fueron detectados por los radio astrónomos en 1965, proporcionando así lo que la mayoría de los astrónomos consideran la confirmación de la teoría del big bang.

 

La diferencia entre estos dos métodos sugiere la presencia de materia invisible, la llamada materia oscura, dentro de cada cúmulo pero fuera de las galaxias visibles. Hasta que se comprenda el fenómeno de la masa oculta, este método de determinar el destino del universo será poco convincente.
En cosmología física, la teoría del big bang o teoría de la gran explosión es un modelo científico que trata de explicar el origen del universo y su desarrollo posterior a partir de una singularidad espaciotemporal.
Técnicamente, este modelo se basa en una colección de soluciones de las ecuaciones de la relatividad general, llamados modelos de friedmann- lemaître - robertson - walker. El término “big bang” se utiliza tanto para referirse específicamente al momento en el que se inició la expansión observable del universo (cuantificada en la ley de hubble), como en un sentido más general para referirse al paradigma cosmológico que explica el origen y la evolución del mismo.
La idea central del big bang es que la teoría de la relatividad general puede combinarse con las observaciones de isotropía y homogeneidad a gran escala de la distribución de galaxias y los cambios de posición entre ellas, permitiendo extrapolar las condiciones del universo antes o después en el tiempo.
La teoría del big bang se desarrolló a partir de observaciones y avances teóricos. Por medio de observaciones, en la década de 1910, el astrónomo estadounidense vesto slipher y, después de él, carl wilhelm wirtz, de estrasburgo, determinaron que la mayor parte de las nebulosas espirales se alejan de la tierra; pero no llegaron a darse cuenta de las implicaciones cosmológicas de esta observación, ni tampoco del hecho de que las supuestas nebulosas eran en realidad galaxias exteriores a nuestra vía láctea.
Según el principio cosmológico, el alejamiento de las galaxias sugería que el universo está en expansión. Esta idea originó dos hipótesis opuestas. La primera era la teoría big bang de lemaître, apoyada y desarrollada por george gamow. La segunda posibilidad era el modelo de la teoría del estado estacionario de fred hoyle, según la cual se genera nueva materia mientras las galaxias se alejan entre sí. En este modelo, el universo es básicamente el mismo en un momento dado en el tiempo. Durante muchos años hubo un número de adeptos similar para cada teoría.
Dentro de las teorías cosmológicas, la hipótesis del big bang (gran explosión) es la que cuenta con mayor respaldo entre los científicos. Considera que el universo comenzó hace unos 13.700 millones de años con una explosión colosal en la que se crearon el espacio, el tiempo, la energía y la materia.
No obstante, la gravedad puede ser lo suficientemente fuerte, dependiendo de la cantidad de materia del universo, como para desacelerar el proceso expansivo. Momento a partir del cual se impondría una contracción que llevaría al universo a un colapso gravitatorio o big crunch (gran implosión), desapareciendo en la nada. A la que presumiblemente sucedería otra fase expansiva, y así indefinidamente en una interminable serie de oscilaciones.
El primero en señalar esta posibilidad, en 1922, fue el matemático ruso alexander alexandrovich friedmann. Cinco años más tarde, en 1927, el astrónomo belga georges lemaître  elaboró sin conocer los trabajos de friedmann un esquema similar del cosmos en expansión. Consideró que, dado que el universo se estaba expansionando, debió existir un momento en el pasado en que debió de ser muy pequeño y tan denso como fuese posible, al que llamó huevo cósmico.

La expansión habría tenido lugar además, dado su enorme densidad y ateniéndonos a las ecuaciones de la relatividad, con una violencia super-explosiva. Los trabajos de lemaître inicialmente pasaron inadvertidos, siendo conocidos por la labor del astrónomo inglés arthur stanley eddington. Sin embargo, fue el físico ruso-norteamericano george gamow quien, en los años 1930 y 1940, popularizó esta teoría a la que denominó big bang, para referirse a una gran explosión inicial con la que debió haberse creado el universo.
Pero no completamente satisfechos, en 1948, dos astrónomos de origen austriaco, hermann bond y thomas gold, lanzaron una teoría alternativa, más tarde popularizada por el británico fred hoyle que, si bien aceptaba la idea de un universo en expansión, negaba que hubiese tenido lugar en una primera y gran explosión. Consideraban que a medida que las galaxias se separaban, nuevas galaxias se formaban entre ellas, con una materia que se creaba de la nada en una proporción demasiado lenta como para ser detectada por la tecnología del momento.
Sería en mayo de 1964, cuando el físico germano-norteamericano arno allan penzias y el radioastrónomo norteamericano robert woodrow wilson, siguiendo las indicaciones de dicke, detectaron una radiación de fondo con  las características de las predichas por gamow, indicando una temperatura media para el universo de unos 3 º k. El descubrimiento de este fondo de ondas de radio es considerado hoy en día como la prueba concluyente en favor de la teoría del big bang, por lo que la hipótesis de la creación continua -o del universo estacionario- ha sido prácticamente abandonada.
Atendiendo al medible corrimiento hacia el rojo  (o también efecto doppler) que muestran las estrellas y galaxias más lejanas de nuestro sistema en su espectro de luz, la antigüedad del universo está cifrada en unos 13,7 mil millones de años, según las estimaciones más recientes.